Intoxicaciones
La intoxicación es el resultado de la entrada de un tóxico en el organismo para dañarlo inmediatamente o a largo plazo. Pueden producir parada cardíaca de forma excepcional.
En situaciones sospechosas o parada cardíaca inesperada, debe extremarse la seguridad del reanimador, especialmente cuando se dan simultáneamente más de una intoxicación. Una de las precauciones a tener en cuenta es evitar la respiración boca a boca en presencia de tóxicos como cianuro, sulfuro de hidrógeno, corrosivos o insecticidas organofosforados.
Frente a un intoxicado lo más importante es identificar, evitar que el tóxico siga actuando, y disminuir su absorción.
La entrada al organismo puede ser:
Vía digestiva:
Puede ser voluntaria o involuntariamente y comprende todo el tubo digestivo (boca, faringe esófago, estómago e intestinos). Una intoxicación por vía digestiva puede producirse principalmente por:
- Agua contaminada
- Alimentos en mal estado
- Venenos (insecticidas, raticidas, etc.)
- Tóxicos vegetales (setas, hierbas, etc.)
- Medicamentos (sobredosis, caducados, etc.)
- Productos de limpieza de uso doméstico, etc.
Actuación ante una intoxicación vía digestiva:
- Identificar tóxico
- Llamar al 112 e informar de la forma de intoxicación, nombre del tóxico y números de personas afectadas.
- Disminuir la absorción del contenido del estómago (sólo en víctimas conscientes) haciendo beber agua al intoxicado.
- Si el intoxicado vomita, no se debe hacer nada para evitarlo. Impida que el vómito toque la piel y se absorba a través de la misma. Si es posible recoja una muestra, ya que servirá para identificar el tóxico.
- Provocar vómito si conocemos el tóxico y no han pasado más de dos horas de la ingesta.
No se debe provocar el vómito si:
- Ha ingerido cáusticos, disolventes, derivados del petróleo, etc.
- Está inconsciente, tiene la consciencia alterada o presenta convulsiones.
- Es una mujer embarazada
- Es un bebé de menos de 6 meses
Vía respiratoria:
También puede ser voluntariamente o bien por accidente y comprende las vías respiratorias altas, los bronquios y a través de los pulmones a todo el organismo. Una intoxicación por vía respiratoria puede producirse por gases, aerosoles, humos, vapores, etc. Por ejemplo, al producirse un vertido de un producto químico en el lugar de trabajo, puede generarse un ambiente tóxico que desencadene una intoxicación por inhalación de ese tóxico.
Actuación ante una intoxicación vía respiratoria
- Protegernos del humo o gas, a poder ser, con un equipo de protección respiratorio antes de acercarse al accidentado.
- Abrir ventanas si es posible.
- No entrar solo.
- Cerrar gas y electricidad
- No encender luces
- Si es posible trasladar al intoxicado a un lugar bien ventilado.
Vía parenteral:
Aquélla que se produce a través de la sangre, principalmente por picaduras de animales o inyecciones.
Actuación ante una intoxicación vía parenteral
- Identificar tóxico
- Lavar con agua y jabón
- Consultar médico.
Vía cutánea o mucosa:
Se produce por contacto con la piel y mucosas externas (conjuntiva, etc.). Se debe fundamentalmente a productos químicos como insecticidas, desengrasadores industriales, etc. en forma de salpicaduras o derrames.
Actuación ante una intoxicación vía cutánea o mucosas
- Identificar el tóxico
- Lavar muy bien con abundante agua durante 15 o 20 minutos como mínimo, incluidos los ojos si están afectados y hacer uso de la ducha de seguridad cuando se disponga de ella.
- Si el tóxico es en forma de polvo, cepillar para que haya la menor cantidad posible, y después seguir con el lavado.
- No hay que olvidar que, cuando se trabaja en un laboratorio o en otros puestos de trabajo donde se manipulen productos químicos, existen riesgos añadidos que merecen su consideración particular. Por ello, ante posibles intoxicaciones con productos químicos, es importante que todos los trabajadores implicados conozcan las fichas de datos de seguridad de los productos y su etiquetado, así como su localización, puesto que les indicarán cómo actuar cuando se produzca un accidente.