martes, 14 de junio de 2016

Hemorragias


La sangre es un fluido del cuerpo humano encargado de transportar el oxígeno y los nutrientes a todo el organismo. Circula por el interior de los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares) a modo de sistema de cañerías que llegan a cualquier parte de nuestro cuerpo. 
Cuando alguno de estos vasos se rompe, la sangre sale al exterior, originando una hemorragia. La gravedad de una hemorragia dependerá de la cantidad de sangre que se pierda, pudiendo incluso amenazar la vida de una persona.

Las hemorragias pueden ser: 
  • Arterial: sangre color rojo brillante, que sale a “borbotones” a modo de golpes que coinciden con los latidos del corazón. 
  • Venosa: color rojo oscuro y sale de forma contínua, como el agua de un grifo. 
  • Capilar. Presenta múltiples puntitos sangrantes.

Clasificación: 
  • Externas: la sangre es vertida al exterior y la vemos.
  • Internas: no sale al exterior del organismo, por lo que no la podemos ver. Una víctima de una hemorragia severa va a presentar: ¾ Palidez. ¾ Sudor frio. ¾ Pulso débil y rápido. ¾ Sed.






Para detener las hemorragias, se puede proceder de distintas formas: 

a) Compresión Directa: consiste en efectuar una presión en el punto de sangrado. Este es el primer método que debe utilizarse para detener una hemorragia externa. 
 1. Utilizar un apósito lo más limpio posible (gasas, pañuelo, etc.).
 2. Presionar durante un tiempo mínimo de 10 minutos, además de elevar el miembro afectado a una altura superior a la del corazón del accidentado. 
 3.Transcurrido ese tiempo, aliviar la presión, pero nunca quitar el apósito y vendar la herida. 




b) Compresión Arterial: cuando falla la compresión directa, se debe utilizar este segundo método. Fundamentalmente se aplica en hemorragias de extremidades, ya que en el resto de zonas no es muy eficaz. Sería el primer método a utilizar en caso de que la hemorragia la produzca una fractura abierta de un hueso. 
  1.Consiste en encontrar la arteria principal del brazo (arteria humeral) o de la pierna (arteria femoral).
 2.Detener la circulación sanguínea en esta arteria, consiguiendo una reducción muy importante (no eliminación) del aporte sanguíneo.
 3.La compresión debe mantenerse hasta la llegada del equipo médico o el ingreso en un hospital. 







c) Torniquete: Este método se utilizará sólo en el caso de que los demás (compresión directa y arterial) no sean eficaces y la hemorragia persista, corriendo 23 peligro la vida del accidentado. El torniquete produce una detención de toda la circulación sanguínea en la extremidad, por lo que conlleva la falta de oxigenación de los tejidos y la muerte de los mismos, formándose toxinas (sustancias tóxicas) por necrosis y trombos por acumulación plaquetaria. 
Condiciones de aplicación del torniquete: 
             • En la raíz del miembro afectado. 
             • Utilizar una banda ancha. 
             • Anotar la hora de colocación. 
             • Ejercer presión controlada (la necesaria para detener la hemorragia). 
             • Nunca lo aflojará el Socorrista.






No hay comentarios:

Publicar un comentario